La crisis del desabastecimiento de productos de primera necesidad, como el azúcar, cocoa, café, etc, en comunidades que conforman los corregimientos 10-2 y 10-3. Ha hecho emerger un problema ya existente, y como dicen, en palabras más o palabras menos, ...estos que trabajan en el congreso no llevan bien las cosas y nada mas están por gastar el dinero...
Desgraciadamente es la percepción generalizada en la comarca de Gunayala. Y nada hacen para tratar de cambiar esa imagen. Como diciendo, hablen todo lo que quieran, si estamos haciendo las cosas bien.
En los 34 años que resido fuera de la comarca de Gunayala, he visto lo nómada que ha sido las oficinas del congreso. Por primera vez lo vi en la Vía España, mas tarde en la Avenida Justo Arosemena, luego a unas oficinas cerca de My Name Is Panama (gratis la mención) y ahora en Balboa. En todo este recorrido lo único que ha podido funcionar, es el proyecto EBI.
Aquellas personas que han estado cerca de los Sagla Dumagan desde el Difunto Carlos López hasta Don Inocencio Martínez, han realizado un trabajo mediocre. Lo que sí ha pasado es que se han llenado de canas. Han hecho de las oficinas del congreso como medio de sustento propio.
En los últimos 15 años una nueva generación formó parte de los que rodearon a los Saglas Dumagan. Muchos se han ido y quedan pocos. Pero los otros todavía siguen, algunos se han alejado, pero vuelven. Pero su trabajo para el congreso no mejora, pero siguen viviendo de las arcas de la misma.
Pareciera que le gusta más viajar en nombre del congreso, mejor dicho en nombre de las 49 comunidades, o mejor en nombre de todos nosotros.
Pareciera que le gusta participar en talleres y talleres, para prepararse para el congreso, mejor dicho para las 49 comunidades, o mejor para que se diga que trabajan por nosotros.
Pero los resultados siguen siendo pobres.
Pensaran, por que digo mediocres o pobres. Pues digo mediocres o pobres, porque ningún programa que ha salido ha funcionado, y como va funcionar si se pasan más teorizando y en esa teorización (talleres , talleres y mas talleres) se va despilfarrándose el dinero de las 49 comunidades, mejor dicho, dinero que es de todos los gunas de la comarca.
Y la crisis más reciente demuestra el pobre desempeño de esos que acompañan a los Sagla Dumagan y se les llama siggwis. Pero están felices, ahora, porque Martinelli abrió para que los productos colombianos puedan entrar a Gunayala.
Pero por otra parte trabajan afanosamente para sacar un Plan de Desarrollo que a la comarca le ha costado, talleres, talleres y más talleres. Pero como el gobierno necesita uno prontamente, van a ser un Plan de Desarrollo de Gunayala en tiempo record. Dice uno de sus técnicos. Ese plan de Desarrollo no tiene ni pies ni cabeza.
Y por último. Estas canoas colombianas hacen un negocio redondo.
Las canoas colombianas salen de una isla llamada Bocachica, ubicada en frente de la ciudad de Cartagena. En su salida declaran que solo llegaran a Sapzurro. Con eso no pagan el impuesto de salida mercancía que viene de Colombia. Pero cuando entran solo pagan un pequeño impuesto, por ejemplo pagan de impuesto solo un saco de azúcar el resto entra gratis.
Cuando regresan a Bocachica declaran que el coco que traen lo compraron en Sapzurro, con ello no pagan impuesto de entrada por el coco de gunayala. Y el coco lo están vendiendo entre 0.50 a 0.75. Que negocio más redondo.
Escrito por: Armando Filos
10/07/2013
Desgraciadamente es la percepción generalizada en la comarca de Gunayala. Y nada hacen para tratar de cambiar esa imagen. Como diciendo, hablen todo lo que quieran, si estamos haciendo las cosas bien.
En los 34 años que resido fuera de la comarca de Gunayala, he visto lo nómada que ha sido las oficinas del congreso. Por primera vez lo vi en la Vía España, mas tarde en la Avenida Justo Arosemena, luego a unas oficinas cerca de My Name Is Panama (gratis la mención) y ahora en Balboa. En todo este recorrido lo único que ha podido funcionar, es el proyecto EBI.
Aquellas personas que han estado cerca de los Sagla Dumagan desde el Difunto Carlos López hasta Don Inocencio Martínez, han realizado un trabajo mediocre. Lo que sí ha pasado es que se han llenado de canas. Han hecho de las oficinas del congreso como medio de sustento propio.
En los últimos 15 años una nueva generación formó parte de los que rodearon a los Saglas Dumagan. Muchos se han ido y quedan pocos. Pero los otros todavía siguen, algunos se han alejado, pero vuelven. Pero su trabajo para el congreso no mejora, pero siguen viviendo de las arcas de la misma.
Pareciera que le gusta más viajar en nombre del congreso, mejor dicho en nombre de las 49 comunidades, o mejor en nombre de todos nosotros.
Pareciera que le gusta participar en talleres y talleres, para prepararse para el congreso, mejor dicho para las 49 comunidades, o mejor para que se diga que trabajan por nosotros.
Pero los resultados siguen siendo pobres.
Pensaran, por que digo mediocres o pobres. Pues digo mediocres o pobres, porque ningún programa que ha salido ha funcionado, y como va funcionar si se pasan más teorizando y en esa teorización (talleres , talleres y mas talleres) se va despilfarrándose el dinero de las 49 comunidades, mejor dicho, dinero que es de todos los gunas de la comarca.
Y la crisis más reciente demuestra el pobre desempeño de esos que acompañan a los Sagla Dumagan y se les llama siggwis. Pero están felices, ahora, porque Martinelli abrió para que los productos colombianos puedan entrar a Gunayala.
Pero por otra parte trabajan afanosamente para sacar un Plan de Desarrollo que a la comarca le ha costado, talleres, talleres y más talleres. Pero como el gobierno necesita uno prontamente, van a ser un Plan de Desarrollo de Gunayala en tiempo record. Dice uno de sus técnicos. Ese plan de Desarrollo no tiene ni pies ni cabeza.
Y por último. Estas canoas colombianas hacen un negocio redondo.
Las canoas colombianas salen de una isla llamada Bocachica, ubicada en frente de la ciudad de Cartagena. En su salida declaran que solo llegaran a Sapzurro. Con eso no pagan el impuesto de salida mercancía que viene de Colombia. Pero cuando entran solo pagan un pequeño impuesto, por ejemplo pagan de impuesto solo un saco de azúcar el resto entra gratis.
Cuando regresan a Bocachica declaran que el coco que traen lo compraron en Sapzurro, con ello no pagan impuesto de entrada por el coco de gunayala. Y el coco lo están vendiendo entre 0.50 a 0.75. Que negocio más redondo.
Escrito por: Armando Filos
10/07/2013
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